Aveces la vida no nos pone las cosas fáciles. Nos pone piedras en nuestro camino para que tropezamos. Aveces esto hace que lo veamos todo negro, sin esperanza, y que nos quedemos sin fuerzas para luchar. Todos tenemos esos días en los que el mundo se nos cae encima, en los que parece que todo nos supere. Y en esos momentos yo creo que todos necesitamos a alguien. A mi lado desde hace casi tres años han estado cinco chicos simplemente perfectos. Quizás no han estado físicamente conmigo pero siempre, pase lo que pase, con tan solo escuchar su preciosa voz hace que lo vea todo un poco mejor, y que tenga otra vez ganas de luchar. Ellos me han salvado muchas veces: me han hecho sonreír en mis peores días, me han enseñado a no parar nunca de luchar por lo que quiero y a ser yo misma. Ellos han hecho mucho por mi, y me gustaría poderles dar las gracias por ello. En ese momento en el que pienso en todo lo que han hecho por mi, me doy cuanta de que nunca podré darles las gracias y decirles lo importante que son para mi. Me entristece saber que nunca sabrán cuanto importan para mi, pero como ellos me han enseñado no me rendiré, porque aveces los sueños se cumplen.
